Consejos: Mitos y Verdades de los monociclos eléctricos

¿Alguna vez te preguntaste como funcionan los monociclos eléctricos? ¿Se equilibran solo, depende de nosotros? ¿Cansan al andar? ¿Son seguros?

¡Hoy vamos a contarte varios mitos que hay en torno a este tipo de vehículos que lentamente se vienen imponiendo en el mercado Argentino. Al final de esta nota técnica, esperamos que tengas una idea más clara y concisa sobre estos modelos.

Mito: “¡Pero tengo que hacer equilibrio para todos lados!”

Gracias a la tecnología originalmente desarrollada por la empresa Segway, todos los monociclos eléctricos cuentan con una serie de componentes electrónicos (giroscopio, procesador, acelerómetro) que mantienen la rueda bajo tus pies nivelada en todo momento a nivel horizontal (hacia adelante y atrás), facilitando que solo tengas que ocuparte de mantener el equilibrio de forma lateral (hacia los costados).

Dicho esto, nosotros podríamos decir que es similar a aprender a andar en una bicicleta, ya que generalmente, a mayor velocidad, tenemos mayor estabilidad. Honestamente es un poco (solo un poco) más difícil de aprender que la bicicleta tradicional o un monopatín eléctrico, pero la gran ventaja es que una vez que aprendés a subirte a tu rueda, esta se convierte en una extensión de tu cuerpo y se vuelve mucho más sencilla de utilizar que cualquier otro medio de transporte existente.

Básicamente disponemos de algunos movimientos para iniciar nuestros recorridos: si queremos avanzar nos inclinamos hacia adelante, si queremos frenar, nos inclinamos hacia atrás. Así de simple, sin necesidad de contar con volante, manubrio, aceleradores, cambios, frenos y un sin fin de componentes mecánicos. Lo encendés, te subís, ¡y salís andando!

Verdad: “¡Epa, esto es divertido!”

A medida que desde el BLOG tratamos de introducir más y más gente a la experiencia de subirte a un monociclo eléctrico, nos damos cuenta que la reacción inicial de estos “primerizos” está fuertemente ligada al miedo instintivo a lo desconocido, siendo que la física de un monociclo eléctrico realmente no resulta del todo comprensible a primera vista (no siendo intuitiva desde el punto de vista de como solemos racionalizar el desplazamiento de objetos en movimiento).

Pero una vez que nos animamos a subirnos y nos sacamos esos miedos, comenzamos a sentirnos a gusto y pensamos que no es tan difícil “dominar a la máquina”. Es por eso que terminamos completamente enamorados de la experiencia.

En charlas con Alexius (un fana de los monociclos) nos comentaba: ¡No existe nada parecido a conducir un monociclo eléctrico! Algunos lo llaman “flotar sobre el pavimento” o “volar recorriendo camino”, pero más allá de la experiencia de cada uno, algo es claro: una vez que le tomás la mano, ¡no te querés bajar más!

Mito: “¡Esta cosa no es confiable!”

Si bien es cierto que, a diferencia de otros PEV (vehículos de movilidad personal) el monociclo eléctrico depende exclusivamente de componentes electrónicos para mantener su estabilidad, también es comprobable que en la extensísima mayoría de los casos en los que sus conductores sufrieron accidentes, se debió a un error humano y no a una falla en la electrónica. Es MUY raro que un monociclo eléctrico sufra una falla catastrófica en sus componentes electrónicos o eléctricos que provoquen un apagón de la unidad inesperado. 

Verdad: Portabilidad extrema

Más allá que no podemos irnos al extremo de querer transportar un monociclo eléctrico en una mochila (salvo por la muy particular excepción del Gotway MTen3), una de las grandes ventajas de los monociclos radican en su portabilidad: ¡Ocupan muy poco espacio para las grandes prestaciones que nos proveen!

Salvo en casos muy particulares (Veteran Sherman / Begode Monster Pro), la amplia mayoría de modelos del mercado pueden ser cargados con una sola mano, y cuentan con una manija extensible que permite llevarlos rodando a nuestro lado, asemejándose a una valija portable (carry-on). Una vez en destino, podemos fácilmente guardarlos utilizando un mínimo de espacio (podemos guardar la rueda debajo del escritorio en una oficina o apoyado contra el gabinete de una computadora). 

Mito: ¿No te cansás?

En este apartado entran varias cuestiones que profundizaremos a continuación. Como todo deporte (¡sí, andar en monociclo podríamos considerarlo un deporte!), el acondicionamiento de los músculos que entran en juego al conducir un monociclo lleva algo de tiempo, ya que involucra la musculatura que te ayuda a mantener el equilibrio.

Como toda actividad física, cuanto más la practiques, más vas a ir fortaleciendo tu cuerpo y resistencia para poder disfrutar de la actividad por periodos más prolongados. Al comienzo es normal sentirse un poco dolorido en la zona de los muslos, gemelos, abdominales o lumbar, pero rápidamente tu cuerpo va a ir generando esa memoria muscular que va a permitirte estar menos tenso para dominar la rueda, ¡Y vas a cansarte mucho menos! (Un conductor entrenado tranquilamente puede llegar a realizar tramos de 20 a 40 kms sin necesitar un corte o descanso para “estirar las patas”. ¡Y ni hablar si a tu monociclo le adaptas un asiento!)

Verdad: “A cuidarse que no es un juguete”

En apariencia, un monociclo eléctrico puede parecer tan solo un juguete caro, dando lugar a que muchos de sus compradores no tomen en serio uno de los aspectos más importantes de este vehículo: la exposición. Un monociclo eléctrico NO ES un juguete sino un medio de transporte capaz de generar siniestros.

Ahora bien, no vamos a entrar en el eterno debate de si debés utilizar o no protecciones ya que es una decisión enteramente personal(Aunque siempre desde el BLOG lo aconsejamos). Lo que sí podemos decirte es que el utilizar protecciones al montar una rueda te puede salvar de lesiones severas y problemas futuros, así que siempre vamos a recomendarte que las uses, aun cuando se trate de un viaje corto o casi intrascendente. Una lesión puede ocurrir a cualquier velocidad, sea que te encuentres circulando a 5 km/h o a 50 km/h.

Alexius nos comentaba que no importa el tipo de uso que vaya a darle a la rueda, el se protege con rodilleras, coderas, muñequeras y casco (integral) cada vez que sale a dar una vuelta!

Mito: Hay que temerle al ‘cut-off’ (corte de motor)

El temido “cut-off” (o dicho en criollo, “apagón”) suele ser más un problema de exigirle a la rueda más potencia de la que puede brindar en un momento dado, ignorando sus advertencias sonoras y físicas (tilt-back), que un problema relacionado con el hardware de la rueda en sí.

Si bien ha habido casos muy aislados de apagones inesperados (como el reciente caso de @ThaBlackCobra montando la primera tanda de producción de la nueva Begode Monster Pro), el resultado de querer conducir tu monociclo al límite extremo de su velocidad o potencia de forma sostenida e ignorando las alarmas sonoras, claramente puede resultar en un accidente. Y acá se nos plantea una pregunta, esos accidentes son: ¿Culpa de la máquina o responsabilidad del conductor?

Verdad: Muy poco mantenimiento

La gran mayoría de los modelos de monociclos que se venden en la actualidad realmente requieren muy poco mantenimiento porque constan de pocas partes móviles; básicamente, y no siendo demasiados generalistas, estamos hablando de solo una controladora, baterías, un motor eléctrico, un neumático, una carcasa y pedales.

No existen frenos (se frena con el motor), ni discos, ni manubrio, ni aceleradores, ni accionadores ni nada que se le parezca. Es decir, que mientras a tu monociclo no lo maltrates con saltos excesivos, terreno muy dificultoso (arena/nieve) o condiciones climáticas muy adversas (lluvia torrencial/granizo/nevadas), te podemos asegurar que vas a poder disfrutar de tu rueda durante mucho tiempo antes de tener que realizarle un service o reacondicionamiento. 

Gracias Alexius Vidalius por las recomendaciones, consejos y numerosos aportes para este nota. Les dejamos el Link a su canal de YouTube para que puedan ver algunos recorridos en monociclos.

Estos y mas “Tips” los podes encontrar en nuestra sección CONSEJOS!

Saludos, El Equipo de MONOBLOG Argentina.